1
Despiertas y
caes sobre la noche que se espanta, engrifa y clava sus púas en tu mejilla.
2
Pálida con
tu puchero. Tus labios como trompita en los bordes del vaso de vidrio. Sufres,
te desanimas. Vuelves.
Compartimos los audífonos, me presentas a un nuevo grupo. Descargo un disco y repito la formula.
Me quedo en silencio. No sé que contarte y el peso me hunde en el colchón. No sé si me miras como queriendo decirme que quizás me amas o que podrías llegar a hacerlo. O pidiendo auxilio. O admirándome. O lamentando que yo me preocupe tanto por ti. O masticando la idea de un beso sin compromiso. Las posibilidades me fragmentan y me vuelven un idiota que piensa en lo poco atractivo que uno se vuelve al mendigar, o creer que se ha vuelto un mendigo del amor.
Compartimos los audífonos, me presentas a un nuevo grupo. Descargo un disco y repito la formula.
Me quedo en silencio. No sé que contarte y el peso me hunde en el colchón. No sé si me miras como queriendo decirme que quizás me amas o que podrías llegar a hacerlo. O pidiendo auxilio. O admirándome. O lamentando que yo me preocupe tanto por ti. O masticando la idea de un beso sin compromiso. Las posibilidades me fragmentan y me vuelven un idiota que piensa en lo poco atractivo que uno se vuelve al mendigar, o creer que se ha vuelto un mendigo del amor.
3
Me aconsejan
inteligencia, planificación, táctica. Oración. Búsquedas. Dios sobre la mesa
del domingo a las cuatro de la tarde que es la hora en que almorzamos en el día
de alabanza y encuentro con los hermanos en Cristo. En Cristo y yo encrespado.
Leito se desanima por mi vida espiritual.
4
Me doy
vuelta los ojos y sobre el pellejo se proyecta el sueño que tuve la noche
anterior, o la noche anterior de la anterior.
Todos corren buscando refugio en cerros imposibles de arena negruzca.
Todos corren y algunos resbalan y ruedan y saltan y se maquillan de espinas y
dardos y tropiezan y se refriegan la alergia y
no se soportan y se quejan y leen suicidas y no se suicidan mientras
caen por el barranco. Y mientras algunos caen y siguen lijando sus vidas yo me
acerco a un rompe olas en donde veo el cuerpo de la chica que amo enredado
entre las algas y rodeada de surfistas vestidos de escalada.
tengo un poema tatuado entre los ojos que no me gusta
ResponderEliminar